A continuación, te explicamos qué es una blefaroplastia, cuáles son las cicatrices que pueden quedar tras la operación y como se deben cuidar para evitar que queden marcas, entre otros aspectos de interés.
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Se trata de una técnica quirúrgica de carácter estético que soluciona posibles defectos en los párpados, como la aparición de bolsas de grasa o exceso de piel en la zona. La intervención es sencilla y pueden acceder a ella todo tipo de personas que quieran erradicar este tipo de desperfectos.
El procedimiento es sencillo y ofrecerá resultados muy satisfactorios en pocos meses. Para su desarrollo, se aplica al paciente anestesia general y tiene una duración de entre 1 y 2 horas.
Esta se inicia realizando unas incisiones en la piel de los párpados, para liberar y eliminar el exceso de piel y tensar el músculo orbicular. A continuación, se procede a extraer la grasa que haga falta para eliminar las bolsas palpebrales y se termina cerrando todas las incisiones con suturas muy finas.
Finalmente, el especialista aplica una pomada oftálmológica y unos apósitos con suero fisiológico muy fríos para reducir las molestias y la inflamación, y no será necesario tapar los ojos.
Los párpados son una de las zonas del cuerpo con mejor cicatrización, si bien es normal que tras la operación se observe hinchazón durante la primera semana. En general, los pacientes pueden volver a la normalidad en torno a los 10 o 12 días.
Las cicatrices tras la blefaroplastia serán prácticamente invisibles, teniendo en cuenta que las incisiones se hacen en los pliegues de los párpados o en las hendiduras naturales que dibuja nuestra piel. Concretamente, las incisiones se realizan:
El proceso de cicatrización suele proceder sin ningún problema, pero se hace necesario un buen cuidado postoperatorio. Es completamente normal que al principio se note inflamación, molestias e, incluso, haya hematomas. La sensibilidad a la luz también puede ser un síntoma.
Será de gran importancia que el paciente se asegure de tratar bien la zona con las cremas antibióticas prescritas por el cirujano y protección solar durante los primeros meses tras la cirugía, así como el resto de recomendaciones que tal especialista facilite.
Asimismo, otras recomendaciones de interés que se pueden llevar a cabo son:
Las cicatrices hipertróficas requieren de una mención especial, ya que pueden darse por un cuidado o curación inadecuada tras la blefaroplastia. Estas se dan como consecuencia de la producción de colágeno en exceso, quedando la cicatriz más abultada de lo que debería.
En suma, las cicatrices por blefaroplastia pueden ser prácticamente invisibles siempre y cuando el paciente se tome muy en serio el cuidado de la zona, sobre todo, durante el periodo de cicatrización. Tales cicatrices por blefaroplastia pueden volverse invisibles a los pocos meses tras la cirugía.
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